Enfoque

Enfoque Humanístico Sostenible:
Desde el Observatorio se establece un concepto holístico de desarrollo humano, que acoge los principios de sostenibilidad y equidad de género del derecho internacional, al mismo tiempo que fundamenta la importancia del desarrollo de capacidad para el cierre de brechas de desigualdad. Por tal razón desde los planteamientos de Amartya Sen (1998), el desarrollo humano se comprende como el proceso de ampliación de las opciones de las personas y mejora de las capacidades humanas, es decir, la diversidad de cosas que las personas pueden hacer o ser en la vida, y las libertades para que las personas puedan vivir una vida larga y saludable, tener acceso a la educación, a una vida digna, y a participar en la vida de su comunidad y en las decisiones que los afecten.

Enfoque de Interseccionalidad:
El enfoque interseccional subyace en los procesos de discriminación que se gestaron en la cultura afroamericana en 1989, liderada por Kimberlé Williams Crenshaw, quien en su trabajo de abogada y defensora de las mujeres negras americanas descubre las multiples formas de opresión del sistema para vulnerar los derechos de un grupo poblacional, que ademas de ser mujeres se encontraban inmersas o identificadas con otras realidades como ser negras, de escasos recursos económicos o diversa identidad sexual, aspecto que incidía en sus procesos de evaluación por parte del sistema de justicia. A partir de entonces ella acuña el término interseccionalidad para generar convergencia entre todas las situaciones vulneradoras del sistema que afectan la justicia y la restitución de derechos para las mujeres.

Enfoque Diferencial:
El enfoque Diferencial de Derechos (EDD) concebido como una corriente que se desprende del Enfoque de derecho, toma auge en el siglo XXI en el marco de las diversas convenciones en la ONU en materia de derechos humanos entorno a la cultura y la diversidad, como una forma de responder a las brechas de desigualdad y labrar un camino más justo hacia la Equidad. Desde esta perspectiva, Colombia desde el Ministerio de salud (2021) acoge el EDD como una construcción cultural e histórica en la que confluyen la necesidad de reconocer y tener en cuenta la identidad, la diversidad y las diferencias individuales y de colectivos como titulares de derechos, con el fin de adoptar medidas que hagan real y efectiva la igualdad.

Enfoque de Género:
Este enfoque parte de un principio del derecho internacional humanitario “la igualdad”, ello debido a que las relaciones de desigualdad que se establecieron entre hombres y mujeres a través de la historia han perpetuado diversas formas de violencia hacia la mujer.

El Observatorio para la Equidad y el Desarrollo con Enfoque de Género (OEDEG) comprende que este enfoque es fundamental para el reconocimiento de las diferencias de género y el abordaje de los planes, programas, proyectos que desarrollen y promuevan la cultura de equidad de género como parte de las políticas internas y la visión organizacional estratégica de la Universidad de Cartagena.

Enfoque Restaurativo:
De acuerdo con el Manual sobre Programas de Justicia Restaurativa (ONU, 2006) un “proceso restaurativo” se define como “todo proceso en que la víctima, el presunto victimario y, cuando proceda, cualesquiera otras personas o miembros de la comunidad afectados por un delito participen conjuntamente de forma activa en la resolución de las cuestiones derivadas del delito, por lo general con la ayuda de un facilitador”. En consonancia con este concepto, la meta es crear un ambiente sin enemistad ni amenaza en que los intereses y las necesidades de la víctima, del presunto victimario, de la comunidad y de la sociedad puedan ser atendidos. Según la ONU (2006), los programas de justicia restaurativa se basan en varias premisas subyacentes que se fundamentan en los siguientes objetivos:

• Apoyar a las víctimas, darles una voz, motivarlas a expresar sus necesidades, permitirles participar en el proceso de resolución y ofrecerles ayuda.

• Reparar las relaciones dañadas por la VBG, en parte llegando a un consenso sobre cómo responder mejor a la misma.

• Denunciar el comportamiento criminal como inaceptable y reafirmar los valores de la comunidad.